miércoles, 13 de febrero de 2013

Haciendo transparentes los resultados del sistema de salud, por Anna García-Altés

El interés creciente de la ciudadanía por acceder a información en el ámbito de la salud, interactuar con el sistema sanitario y participar en las decisiones que les incumben está impulsando diversas iniciativas interesantes. Así, se desarrollan nuevas vías de comunicación, como portales web, donde es posible encontrar información sobre el sistema sanitario, sus recursos, enfermedades, etc.

En Catalunya se hacen públicos desde hace cuatro años los resultados del sistema sanitario, a través de los informes de lo que se llama la “Central de Resultados”. Los primeros informes permitían un análisis sistémico, de territorios y proveedores, mediante indicadores relativos a estado de salud, calidad asistencial, eficiencia, etc. El último informe  ha dado un paso adelante, y los datos publicados (de atención hospitalaria y atención primaria) hacen transparentes los resultados de cada uno de los centros sanitarios al identificarlos inequívocamente de manera nominal.
Además de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de recursos, que ya son objetivos últimos en sí mismos, estos aportes contribuyen a mejorar la calidad asistencial mediante la comparación de centros, el benchmarking y la puesta en común de las mejores prácticas. De hecho, la iniciativa ha sido muy bien aceptada por el sector, participando todos los hospitales y equipos de atención primaria del sistema sanitario público catalán.

En el Estado español no existe ninguna experiencia parecida, ya que si bien es cierto que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad hace un esfuerzo por a disposición de los ciudadanos un conjunto importante deinformación relativa al sistema de salud (global y por comunidad autónoma), y que algunas CCAA -como Andalucía y Madrid- publican datos concretos, en ninguno de los casos los resultados se presentan centro por centro, identificando nominalmente los resultados asistenciales. Internacionalmente abundan iniciativas similares, en Alemania, Holanda, Francia, Reino Unido, Australia, Canadá y Estados Unidos.

Por el bien de todos, hemos de esperar que se generalicen estas “buenas prácticas", permitiendo monitorizar los resultados alcanzados y mejorar los procesos de rendición de cuentas para poder exigir a nuestros gestores el mejor cumplimiento de sus cometidos. Y a ser posible, no solo en la sanidad.