El mensaje que la “celebrity” mandaba al mundo fue infinitamente más poderoso y rápido que cualquier campaña de educación para la salud que pueda imaginarse. Inmediatamente, todos los medios de comunicación y las redes sociales hablaban, con mayor o menor fundamento, del tema. Las voces pidiendo el cribado del BRCA para todas las mujeres no se hicieron esperar.
Sin prejuzgar las
motivaciones y circunstancias de la actriz, el recurso a “famosos” para situar
en la agenda pública intervenciones sanitarias tiene ya un largo recorrido, que
pasa por el VIH de “Magic” Johnson, la disfunción eréctil de Bob Dole o el
cáncer mamario de Kylie Minogue, cuyo impacto ya fue estudiado en su día.
La evidencia
científica disponible en la actualidad no avala la realización de los BRCA de
manera generalizada a la población femenina, o a cualquier mujer que lo solicite.
Según la US Preventive Task Force, si 100.000 mujeres de la población general
se cribaran de mutaciones del gen BRCA, se prevendrían 16 casos de cáncer de
mama mediante mastectomía, y 31 de cáncer de ovario mediante oforectomía. Este
riesgo es muy inferior a riesgos cotidianos, y muy inferior también a los
cribados de cáncer de mama habituales. Eso no descarta que
en algunos casos individuales concretos pueda ser aconsejable, como pudiera ser
el caso de historia familiar fuerte (cánceres familiares en primer grado y
antes de los 40 años), pero siempre apoyados con herramientas de ayuda a la toma
de decisiones que incorporen todas las incertidumbres y la información de lo
poco que se sabe de resultados a largo plazo. Seguramente un caso claro para aplicar
la prudencia y evitar el encarnizamiento preventivo que proponen Juan Gérvas
y Mercedes Pérez Fernández en su reciente y exitoso
libro (¡!!3ª edición!), “Sano y salvo… y libre de intervenciones médicasinnecesarias”.
Aunque la filosofía
de la sospecha no está últimamente de moda, no debe pasarse por alto que estas
pruebas de diagnóstico precoz y su radical intervención preventiva llevan años
entre nosotros. De hecho, al test BRCA le quedan dos años de patente.
Coincidencia o no, las acciones de Myriad, su fabricante, al día siguiente de
la noticia habían experimentado una inopinada subida.
Lo de Jolie es incalificable. Para peor, en mi país (Uruguay) sirve para azuzarnos (aún más) el miedo al cáncer de mama y justificar la ya establecida obligatoriedad de realizarnos la mamografía cada 2 años a todas las mujeres entre 40 y 59 años que queremos trabajar. Jolie decidió pero las uruguayas debemos someternos a la radiación por decreto. Agradezco difundir la campaña por la dignidad de las uruguayas:
ResponderEliminarhttp://www.avaaz.org/es/petition/MAMOGRAFIA_OBLIGATORIA_EN_URUGUAY_UN_PROBLEMA_CIENTIFICO_Y_UN_ABUSO_ETICO/