martes, 24 de febrero de 2015

La variabilidad de la práctica médica, ahora en Europa. Del dicho al ECHO, por Ricard Meneu



El último suplemento del  European Journal of Public Health  dedicado a "Unwarranted variations in health care performance across Europe” está ya disponible online.   Una buena noticia para todos aquellos realmente interesados en avanzar en los modos de lidiar con tan persvasivo problema, y no meramente por citar su existencia en prólogos, discursos y artículos vacuos.


 La colaboración europea para la  optimización de la Salud (ECHO por sus siglas en inglés)  es un proyecto de demostración orientado a analizar el rendimiento sanitario en y entre varios países europeos. Partiendo de los numerosos logros científicos aportados por el pionero Dartmout Atlas of Health Care y sobre la base del  Atlas de variaciones en la práctica médica español, ECHO ha utilizado el marco de rendimiento (performance) de la OCDE, ampliamente aceptado, estudiando varias de sus dimensiones (la utilización y el acceso equitativo a la atención efectiva, de calidad y con seguridad;  y la eficiencia tanto en términos de costes de oportunidad  como de  eficiencia a nivel de proveedor) y el uso de indicadores elaborados o validados por varias de las iniciativas mencionadas. Esta orientación científica, en lugar de centrarse en "las diferencias promedio”,  busca analizar las variaciones sistemáticas en el rendimiento.


  
















La conjunción de investigadores de diferentes países con diferentes trasfondos y habilidades ha ayudado a abordar aspectos metodológicos (tamaño de las áreas, papel del índice de comorbilidad en el  ajuste de riesgos) que tienen a un nivel meramente nacional menos validez externa. Las comparaciones entre países (en términos de equidad, actuación o resultados clínicos) permiten aprender a unos países de otros y a cada uno del conjunto.


La muestra de trabajos de ECHO ofrece numerosos hallazgos orientados a las políticas que se podrían utilizar para reforzar la eficaciade los  sistemas de salud al tiempo que mejoran su sostenibilidad. Como ejemplos escogidos de entre sus resultados,  Enrique Bernal  (et al) apuntan que ECHO ha puesto de manifiesto que:  
(i) al nivel de la población, la carga de la enfermedad isquémica coronaria apenas explica la variación en la exposición a procedimientos de revascularización, con algunas zonas verosímilmente sobreexpuesta y  mientras otras puedan estar subatendidos ;  
(ii) los procedimientos ortopédicos se realizan de manera diferente entre los quintiles de renta, no siempre de manera coherente con el gradiente social, lo que despierta preocupaciones sobre el acceso efectivo a tales procedimientos;  
(iii) las tasas de letalidad varían dramáticamente entre hospitales de alto volumen, independientemente de las diferencias en la casuística de los pacientes, lo que apunta a la responsabilidad de las instituciones asistenciales en los diferentes resultados;  
(iv) la variación sigue siendo alta y estable en el tiempo para los ingresos potencialmente evitables en enfermedades crónicas, con independencia del creciente número de políticas de atención a enfermos crónicos desplegado por toda Europa;  
(v) la variación en los procedimientos de menor valor es enorme, dentro y entre los países, lo que implica costos de oportunidad inaceptables en aquellas áreas cuya actuación está por encima del patrón de referencia.



El proyecto ECHO está desarrollando algunas de las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas sobre el desempeño de los servicios de salud europeos y sus trabajos proporcionan un útil análisis sobre importantes cuestiones de política actuales. Algunos de los trabajos de este Suplemento pueden servir  como llamada de atención para despertar de su letargo a los decisores europeos.


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